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La nueva generación de startups biotecnológicas
Y cuando algo se digitaliza, entramos, gracias a la ley de Moore, en una curva exponencial. A esta digitalización se suman los grandes avances en el desarrollo de diferentes tecnologías como la electrónica o la microfluídica, que permiten la interacción entre este mundo de los seres vivos o sus partes y sus procesos de digitalización. Sumado a esto, la tecnología CRISPR (que permite identificar y editar genes con gran sencillez y precisión) aparece con gran potencia y grandes controversias, prometiendo muchos cambios en el futuro. Estos cambios tecnológicos llevan a la creación de nuevas startups que están proponiendo grandes cambios en industrias donde antes era impensable introducir a la biotecnología. Proteínas alternativas, ya sea a base de plantas, hongos, levaduras o bacterias como las de laboratorio, las nuevas carnes sin vacas, la mayonesa sin huevo, el bacon sin cerdo, los quesos sin leche elaborados a partir de bacterias, las claras de huevo sin huevo, entre otras muchas alternativas que hoy dan que hablar en la industria alimentaria.
Si hablamos de agricultura, también surgen un gran número de soluciones: hay una nueva agricultura que busca sustituir los agroquímicos por productos biológicos o naturales, tratando los cultivos en post-cosecha para evitar residuos, entendiendo la microbiota de cada suelo, desarrollando pesticidas naturales, fertilizantes biológicos o nuevas variedades de plantas usando CRISPR. Seguimos avanzando hacia una medicina que, en lugar de tratar solo la enfermedad y el síntoma, aborda el problema de forma es personalizada y anticipada, conociendo nuestro genoma o conociendo nuestra microbiota. Todo esto empieza a acelerarse porque cada vez nacen más empresas que desarrollan herramientas para democratizar y acelerar el acceso a la biotecnología como Ginkgo Bioworks, Zymergen o Twist Bioscience. Estas startups forman parte de una nueva generación de startups biotecnológicas que, según Synbiobeta, en los últimos 5 años recibieron inversiones por más de 15.000 millones de dólares.
En todos estos sectores, hay empresas del portfolio de GRIDX que están aportando su visión y poco a poco se están introduciendo en esa conversación internacional. Uno de los aspectos más interesantes de estas nuevas empresas y de este nuevo enfoque biotecnológico es que permite proyectar soluciones sostenibles a los grandes problemas de la humanidad, en un mundo donde el crecimiento demográfico y la pobreza empujan cada vez más la demanda de este tipo de soluciones. Arvind Gupta, fundador de Indie Bio, lo llama "La oportunidad del billón de dólares", en referencia al crecimiento de la economía mundial, que hoy es de 100 billones de dólares y se duplicará en los próximos 25 años. En este escenario, el se pregunta cómo podemos crecer de esta manera si ya se sabe que los recursos naturales no son suficientes o su explotación con los actuales modos de producción no es tolerable. Su propuesta y su promesa es la biotecnología.
Desde nuestro enfoque estamos convencidos de que la biotecnología puede aportar soluciones sostenibles y de alto valor a muchos de los problemas planteados por la ONU en los objetivos de desarrollo sostenible: lucha contra el hambre, buena salud, agua limpia, energías renovables, consumo responsable, lucha contra el cambio climático, flora y fauna acuática, flora y fauna terrestre, entre otros.
Y no es sólo una cuestión de sostenibilidad, también hay una gran oportunidad de negocio: podemos crear grandes empresas que desde su nacimiento relacionen su éxito comercial con el éxito de impacto positivo. En GRIDX queremos liderar este proceso en América Latina. Sabemos que hay un gran talento científico y de negocios que combinados pueden crear empresas de impacto global.