¿Cuál es el problema?

Se prevé que la industria de la acuicultura, con una tasa de crecimiento anual del 6%, genere unos beneficios superiores a los 208 900 millones de dólares en 2025. A pesar del creciente impacto de esta industria en la producción de alimentos, han surgido graves amenazas para su crecimiento económico debido a diversas enfermedades que atacan a los peces de piscifactorías, lo que provoca pérdidas de más de 6 000 millones USD al año. Para combatir los brotes infecciosos, la industria gasta mil millones adicionales en vacunas ineficaces y grandes cantidades de antibióticos, con efectos desastrosos para el medio ambiente y nuestra salud. No obstante, se prevé que el consumo de antibióticos aumente un 33% de aquí a 2030. Por ejemplo, Chile, el segundo productor mundial de salmón (con unos ingresos superiores a los 5.000 millones de dólares en 2021), todavía utiliza recursos que se consideran ineficaces para controlar los brotes de patógenos durante los ciclos de producción. A pesar de estas medidas, las pérdidas económicas atribuidas a las infecciones superan los 500 millones de USD, y los productores siguen perdiendo mercados clave debido a las normativas más estrictas sobre antibióticos. Urge desarrollar nuevas tecnologías para hacer frente a las enfermedades infecciosas en la acuicultura.