¿Cuál es el problema?
La industria de los alimentos envasados frescos enfrenta el desafío de reducir el deterioro causado por microorganismos contaminantes. Para extender la vida útil, los fabricantes utilizan conservantes químicos en sus recetas, envasan algunos productos con atmósferas modificadas y distribuyen mediante operaciones logísticas rápidas pero costosas. A esto se suma la demanda de los consumidores que prefieren alimentos con menos aditivos y etiquetas limpias (“clean label”). Pese a estas estrategias, disminuir el desperdicio de alimentos sigue siendo un gran desafío. Por ejemplo, en la industria de panificados se desperdician 10.000 millones de USD de producto de las 185 millones de toneladas producidas anualmente.
¿Cómo lo resuelven?
Diseñamos bio-conservantes gaseosos basados en compuestos volátiles producidos por bacterias, que tienen la capacidad de eliminar los microorganismos contaminantes de alimentos extendiendo su vida útil. Al abrir el envase, estos gases se pierden sin dejar rastros ni afectar el olor o sabor del producto. Estamos desarrollando una plataforma de diseño de conservantes a medida para cada tipo de alimento, utilizando bio-informática y bancos de bacterias con capacidad de producir volátiles. Nuestro primer Bioblend para la industria de panificados, retardó el crecimiento de uno de los hongos contaminantes más frecuentes y anuló la formación de esporas, estructuras que permiten su reproducción y dispersión en el ambiente.