¿Cuál es el problema?

Estamos atravesando por una revolución biotecnológica al comprender que, para afrontar los retos de la humanidad, como las enfermedades de los cultivos, la escasez de alimentos y el cambio climático, es necesaria la ayuda de la naturaleza. Sin embargo, las soluciones no llegan con la suficiente rapidez debido a la dificultad de mapeo y compresión de los microorganismos para responder a preguntas concretas, como qué microorganismo será capaz de satisfacer las necesidades de desarrollo de un producto o material con determinadas características. Además, estos procesos suelen ser lineales y basados en el método de ensayo y error. Actualmente, una empresa de insumos biológicos en Argentina puede pasar entre 1,5 y 3 años sólo para encontrar un microorganismo que cumpla con los requisitos para desarrollar un nuevo producto, como eficacia o tolerancia térmica, entre otros.