¿Cuál es el problema?
Nuestro intestino alberga una compleja microcomunidad que desempeña un papel crucial tanto en la salud como en la enfermedad. Un estilo de vida poco saludable afecta directamente a nuestra microbiota intestinal y provoca disbiosis, que a su vez conduce a una inflamación intestinal de bajo grado, punto de partida de varias enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal, que afecta a 400 millones de personas en el mundo, y la diabetes de tipo II, con más de 400 millones de casos prevalentes en la actualidad. Con el tiempo, algunos de estos pacientes desarrollan además cáncer colorrectal, que causa 900.000 muertes al año. Los tratamientos e intervenciones disponibles contra la inflamación intestinal pueden volverse refractarios con el tiempo. Además, la variabilidad de la respuesta es elevada. De hecho, un porcentaje de pacientes nunca responde.
¿Cómo lo resuelven?
Entendemos el papel del microbioma intestinal en la prevención de las enfermedades inflamatorias más prevalentes y proponemos un enfoque terapéutico novedoso para reducir el número de no respondedores mediante el desarrollo de terapias personalizadas que potencien y apoyen la función de la microbiota. Nuestro primer desarrollo, el potenciador funcional microbiano (MFB), un carbohidrato fúngico, aumentó la producción de moléculas antiinflamatorias microbianas hasta un 500%, y fue 100% eficaz en nuestro estudio in vitro. La escalabilidad y la validación clínica de este producto está ahora en curso. Dado que el efecto del MFB también fue variable entre los donantes, estamos avanzando en el desarrollo de un producto personalizado para potenciar la mayor respuesta en cada microbioma. La plataforma personalizada se basa en un modelo de inteligencia artificial que predice la eficacia a partir del perfil enzimático de una microbiota individual. Tomando como entrada estos biomarcadores de la función microbiana, indagamos en nuestra cartera para encontrar el carbohidrato que mejor alimenta la microbiota de esa persona y conduce a la mayor producción de moléculas antiinflamatorias.