¿Cuál es el problema?
Todos conocemos a alguien que, de haber recibido un diagnóstico precoz, seguiría con nosotros, alguien cuya calidad de vida sería mucho mejor si hubiera dispuesto de una herramienta portátil de seguimiento de su salud. Algún día incluso seremos nosotros quienes dependamos de estas herramientas. No tenemos que mirar muy lejos para saber que necesitamos dispositivos de diagnóstico ultrarrápidos y portátiles. La pandemia nos ha demostrado que los problemas de rapidez, accesibilidad y sencillez están lejos de resolverse. Incluso con todos los avances tecnológicos existentes, los equipos de laboratorio siguen necesitando el procesamiento y la purificación de las muestras, así como equipos de laboratorio caros y complejos para su lectura. Es imposible miniaturizar las herramientas de diagnóstico existentes sin perder su sensibilidad. Si realmente queremos resolver todos estos problemas, debemos pensar en nuevas soluciones, que impliquen el uso de nuevas tecnologías. Las herramientas de diagnóstico portátiles y ultrasensibles van a impulsar la revolución de la monitorización sanitaria en tiempo real, dando más poder a los pacientes y democratizando el acceso a pruebas y monitorización de calidad para todo el mundo, independientemente de dónde viva.
¿Cómo lo resuelven?
El futuro de los diagnósticos basados en biosensores depende de la calidad y precisión con que podamos transformar las señales biológicas en resultados digitales. Para ello se necesita una interfase bioelectrónica capaz de detectar interacciones biológicas y reacciones bioquímicas y convertirlas en lenguaje de máquina, unos y ceros. Hemos desarrollado un chipset basado en grafeno que puede hacer exactamente eso. Integrando chips electrónicos modernos con elementos de biorreconocimiento podemos detectar señales biológicas en tiempo real. Nuestro nanochip, un transistor basado en grafeno del tamaño de una moneda de 25 centavos, puede detectar analitos diana en suero, saliva u orina de un paciente, y proporcionar resultados en 5 minutos. Hasta ahora hemos desarrollado un kit ultrarrápido de detección de antígenos basado en estos sensores de grafeno, que tiene una sensibilidad equiparable a los ensayos PCR, pero proporciona resultados en cuestión de minutos con 1-2 gotas de muestra. También hemos diseñado y probado un biosensor que puede analizar y detectar la presencia de IL-6, a la par que los métodos ELISA más recientes, por una fracción de su coste y en cuestión de minutos.