¿Cuál es el problema?
A escala mundial, la estrategia para hacer frente a las principales cargas de morbilidad está pasando del modo terapéutico al diagnóstico, con una mejora del costo y la eficacia del tratamiento. Además, la propagación de enfermedades infecciosas, la gestión de urgencias médicas y las ventajas de la atención descentralizada subrayan la necesidad de dispositivos de diagnóstico rápidos, rentables y en el punto de atención (POC). Las tecnologías de microfluidos se adaptan perfectamente a esa demanda, pero sorprendentemente son pocas las pruebas de diagnóstico basadas en lab-on-a-chip que se han introducido con éxito en el mercado. Lo mismo cabe decir de los trastornos relacionados con las hemorragias y la trombosis, en los que varias pruebas ofrecen una imagen específica, pero incompleta, de la hemostasia, lo que suscita el deseo de una prueba integrada de la hemostasia global.
¿Cómo lo resuelven?
El segmento del diagnóstico en el punto de atención ofrece un enorme potencial a la microfluídica. Pero es necesario salvar la distancia entre la innovación en ciencia básica y la comercialización. MZP desarrolla dispositivos de diagnóstico en el punto de atención basados en la microfluídica, centrándose en la utilidad, simplicidad, robustez y escalabilidad. MZP ha aplicado con éxito este enfoque en un analizador de coagulación viscoelástica portátil y de bajo coste para el punto de atención, destinado a la gestión de hemorragias en pacientes de cuidados críticos. Además, tienen previsto aplicar las ventajas de la microfluídica, como los requisitos de pequeño volumen, la portabilidad, la integración, el cribado multiplexado y el análisis basado en el flujo, en el desarrollo de una plataforma de evaluación global de la hemostasia basada en el flujo. Por último, su visión es desarrollar e integrar una cartera de módulos microfluídicos estandarizados que permitan la implementación eficiente y robusta de nuevos dispositivos de diagnóstico POC.