¿Cuál es el problema?
La actividad humana depende críticamente de la energía y los minerales. Hasta ahora, el 80% de la energía mundial procede de la quema de combustibles fósiles. Se han puesto en marcha numerosas iniciativas para promover una transición energética hacia fuentes más limpias. La creciente demanda de minerales y materiales en tecnologías limpias prevé un aumento significativo del 500% de la producción de aquí a 2050. En esta evolución constante hacia las tecnologías renovables, la demanda de minerales y materiales está teniendo un impacto negativo en el suelo. Hoy en día, las industrias no disponen de soluciones eficaces para recuperar estos suelos. Los métodos fisicoquímicos transfieren gran parte de la contaminación al aire, la biorremediación no es eficaz porque los microorganismos necesitan un entorno y unas condiciones para su supervivencia, y la fitorremediación tiene la dificultad de una implantación eficaz.
¿Cómo lo resuelven?
En Nunatak diseñamos asociaciones planta-microorganismo específicas para diversos entornos afectados. Para ello construimos una plataforma biotecnológica que se nutre de una base de datos única y en constante expansión. Al integrar información sobre suelos, especies vegetales, hongos y bacterias, mejoramos la capacidad de identificar las mejores interacciones planta-microorganismo, lo que nos permite desarrollar productos basados en la naturaleza, como semillas inoculadas diseñadas para prosperar en los entornos más extremos. Los beneficios de nuestra solución permiten: eliminar contaminantes en condiciones adversas, transformar suelos contaminados en suelos vivos, aumentar su valor, secuestrar carbono e incrementar su biomasa y biodiversidad. Nuestra historia nació en el entorno más conservado de la Tierra: La Antártida, donde una parte de Nunatak remedió suelos contaminados por hidrocarburos en condiciones adversas mediante el desarrollo de tecnología, utilizando la naturaleza del lugar.