¿Cuál es el problema?
Los materiales que utilizamos a diario se obtienen a partir de procesos altamente contaminantes de economía lineal, extracción, transformación y desuso de recursos naturales. Para evitarlo, hay iniciativas que desarrollan biomateriales sostenibles a partir de residuos agrícolas y hongos. La complejidad y las diferencias entre los residuos agrícolas están empujando a esta tecnología a utilizar sólo un tipo de residuo, dejando una amplia gama de residuos sin aprovechar. Esto no sólo aumenta los costos de producción de este tipo de biomateriales, sino que también está limitando la escalabilidad y el impacto que esta tecnología puede tener en cuestiones medioambientales.
¿Cómo lo resuelven?
Con la implementación de un consorcio específico de hongos y bacterias, hemos conseguido potenciar las características de crecimiento del hongo que transforma los residuos agrícolas en biomateriales. Este proceso permite asimilar residuos agrícolas con diferentes composiciones y distintos orígenes, escalando la tecnología desarrollada de materiales a partir de hongos a cualquier parte del mundo utilizando residuos locales. Además, el consorcio protege el cultivo frente a microorganismos antagonistas que pueden limitar su crecimiento y aumenta la velocidad de crecimiento, elevando la eficiencia del proceso hasta en un 80%. La implementación de este consorcio de hongos y bacterias en el proceso de cultivo de biomateriales a partir de hongos utilizando cualquier tipo de residuo vegetativo agrícola, representa una oportunidad para escalar esta tecnología a cualquier parte del mundo, añadiendo a los procesos una considerable reducción de costos en la producción y logrando un impacto medioambiental positivo.