¿Cuál es el problema?
La deteriorada cadena de producción alimentaria exige nuestra responsabilidad para un futuro mejor. En la agricultura, los productos agroquímicos actuales dañan el 30% de las tierras cultivables y contribuyen al 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto conduce a la degradación del bioma y a la contaminación del agua y los alimentos. La industria se enfrenta a retos como los elevados costos y la resistencia de los patógenos. En la industria alimentaria, las normativas exigen productos más sanos, reduciendo los conservantes, el sodio y el azúcar. La inestabilidad de las soluciones biológicas es un reto importante, dificultado por las condiciones ambientales adversas. Las plataformas de nanoencapsulación son una alternativa potencial, pero su toxicidad, el uso de polímeros y el costo suponen obstáculos para su adopción.
¿Cómo lo resuelven?
Presentamos nuestra avanzada biocápsula inteligente, elaborada a partir de hongos con sensores integrados para la liberación precisa de compuestos. Entre sus características más destacadas se incluye la sostenibilidad con un 100% de biodegradabilidad, lo que garantiza un medio ambiente más saludable. No es tóxica ni inmunogénica, y prioriza el bienestar de los consumidores y los ecosistemas. Los sensores avanzados identifican los patógenos y controlan las condiciones ambientales, mientras que su capacidad de respuesta a los estímulos garantiza una liberación eficaz de los compuestos. Las ventajas añadidas incluyen propiedades biológicas antifúngicas y antibióticas, que mejoran la protección general. Nuestra innovadora solución transforma la cadena de producción alimentaria con un enfoque sostenible, seguro y eficaz para aumentar la productividad y preservar el medio ambiente.